Alain, un joven de 21 años, nos cuenta su experiencia. Cómo le contaron que tenía epilepsia, un susto en un barco y su decisión de operarse. Miedos y aprendizajes en primera persona. ⛵ 💜 😁

Mi historia, por Alain
"Todo empezó al volver de un viaje. A los 16 años, el verano de 2012, tuve la oportunidad de visitar con gente de mi edad a una familia estadounidense por un mes. Un mes increíble, todo me iba genial.
Poco después de empezar las clases, en un examen de matemáticas, me di cuenta de que el profesor no me quitaba los ojos de encima. Ese día me encontraba fatal, sentía el estómago cerrado.
Volví a casa y mi madre me llevó directamente al hospital. Pensando que me llevaban a ver a alguien le pregunté a mi madre que a ver quien había muerto. Minutos después me notificaron que tenía epilepsia.
La noche antes del examen me dio una crisis epiléptica mientras dormía y todo empezó.
Nunca supe de la enfermedad así que me lo tomé bien. Desde aquel día seguí haciendo vida normal, hacía deporte, quedaba con los amigos e incluso salía y me emborrachaba, pero no durante mucho tiempo.
Al empezar el 2013, en las fiestas de mi ciudad, una amiga me ofreció alcohol y bebí muchísimo. Así acabé. Vomité en un hotel al que no se como llegué y demás. Desde entonces me di cuenta de la gravedad del asunto y reaccioné.
Dejé de salir de fiesta, empecé a cuidar la alimentación muchísimo más, intentaba dormir 8 horas al día, etc.
Tan bien lo hice que estuve 6 meses sin ningún tipo de crisis. Pensaba que otros 6 meses más y me iban a dar el alta, pero no. Me dio una ausencia (ausencia en mi caso era evadirme de este mundo un par de segundos y hacer cosas de las que no me daba cuenta). Me dio un bajón.
Durante meses me hicieron muchas pruebas, varios hospitales y pasé por varios centros médicos.
En otro viaje que hicimos a la isla de Menorca, estaba arriba de un barco y en una ocasión teníamos que recoger la escalera del barco que se nos olvidó subir. Volviendo del barco a la cala me dio una ausencia, caí al mar y me fui para el fondo. Un primo mío me cogió enseguida y me sacó de agua. Ese día reviví por primera vez.
Un año y medio más tarde, me dieron la oportunidad de operarme, solo el 3% de los enfermos pueden operarse, y accedí.
Un mes más tarde llegó el día, el 11 de Diciembre de 2014 me ingresaron a las 9 de la mañana para la posterior intervención. Recuerdo que mi madre estaba nerviosísima, era la primera vez que me veía calvo y no sabía que iba a pasar. Yo, con mi optimismo le dije que nos veríamos más tarde. Y así fue.
Seis horas de intervención más tarde salí. La operación fue genial. Todo salió perfecto y eso que la operación tenía un 80% de chances de que algo saliera mal.
Tres años después, ya con 21 años, veo la vida desde otra perspectiva. Sin la epilepsia no se que hubiera sido de mi. Aprendí el valor que la vida y el tiempo tienen. Estoy muy agradecido de haber superado la enfermedad y sobre todo de la mentalidad con la que me podría haber quedado. Con mi historia pretendo dar a conocer otro caso de epilepsia e intentar motivar a las personas que padezcan dicha enfermedad. Un saludo y gracias a todos los que hayáis dedicado tiempo a leer este texto."
- Alain -