Dai Greene fue campeón del mundo de atletismo. A los 17 fue diagnosticado con epilepsia, pero el deporte lo ayudó a llevar una rutina sana: "el atletismo me dió una razón que nunca había tenido antes" 🏃 🏃 🏃

Dai Greene en las pistas de atletismo. Imagen: Mirrorpix en The Mirror
Dai Greene ahora es uno de los hombres de oro del atletismo británico, pero las cosas podrían haber sido diferentes para el Campeón del Mundo.
Diagnosticado con epilepsia a los 17 años, el adolescente se sintió devastado cuando los médicos le dijeron que tendría que renunciar a sus salidas con sus amigos.
Pero Dai rápidamente encontró lo que lo salvaría, un increíble talento para el atletismo.
Él dio vuelta su vida y formó parte del equipo olímpico de Gran Bretaña en Londres 2012.
Dai, quien a los 25 años se convirtió en el campeón del mundo de 400 metros en la competencia de obstáculos, dice que lo que lo ayudó a controlar su condición fue el descubrimiento por casualidad de su gran habilidad en las carreras con obstáculos.

Dai con la medalla de Oro en el Campeonato Mundial de Daegu. Imagen: The Mirror
"Para competir mi estilo de vida tuvo que cambiar; el atletismo me dió una razón que nunca había tenido antes", explica Dai.
"Y yo quería ser el mejor atleta posible."
Siendo un talentoso futbolista, Dai se unió al equipo de fútbol Swansea City con tan sólo 13 años.
Pero después de entrenar y jugar durante varios años en el equipo juvenil - e incluso haber anotando un penalti contra el Real Madrid - su amor por el fútbol pasó y renunció al equipo.
Sin el fútbol en su vida, a la edad de 17 años, Dai comenzó a salir con sus amigos en Llanelli, Gales, su ciudad natal y pronto se enteró de que tenía epilepsia.
"Sin el fútbol en mi vida, estaba descubriendo a las muchachas, salía todos los sábados sin falta con mis amigos y me estaba divirtiendo", recuerda.
"Fui a la casa de mi amigo en la víspera de Año Nuevo para una fiesta y sus padres estaban allí, por lo que no debo haber bebido demasiado.”
"Pero al día siguiente estaba jugando videojuegos de computadora y una hora después me desperté en el hospital.
"Mi hermano menor Danny dijo que me caí de la cama. Yo no recuerdo nada.”
"Los médicos dijeron:" Parece que usted tuvo una crisis epiléptica ", lo cual fue un poco extraño ya que nadie en mi familia tenía epilepsia, aunque con los años Danny también ha sido diagnosticado.
"Eso fue el día de Año Nuevo en 2003, pero no volvió a ocurrir durante un año y medio.
"La siguiente ocasión en la que sucedió fue cuando me fui de viaje con mis amigos a Magaluf, Mallorca.”
"Habíamos salido la noche anterior - no nos volvíamos locos - y cuando salíamos del hotel para ir a la playa, tuve una convulsión en el frente del hotel y caí en el piso de cemento.”
"Tuve que ir al hospital porque cuando me caí me rompí los dientes y me lastimé la cara. Todo el mundo pensó que había estado en una pelea."
Dai explica que las personas con epilepsia no se dan cuenta de lo que está pasando cuando están teniendo una convulsión. "Sólo te despiertas muy cansado y dolorido.”, dice
"Es peor para aquellos que tienen que verte convulsionando."
"Tuve algunas crisis más durante los años siguientes, y cada vez que tenía una era por falta de sueño o cuando mi sueño se veía interrumpido."
"Pero no dejé que la epilepsia dictara mi vida porque seguía saliendo y yendo a fiestas antes de ir a la universidad."
Afortunadamente, Dai se reencontró con su habilidad deportiva en la Universidad de Bath.
"Básicamente, encontré al atletismo", dice. "Me empecé a juntar con amigos deportistas y durante los próximos cuatro años aprendí más sobre el deporte."

Dai en competencia. Imagen: The Mirror
"La epilepsia no fue un problema porque tomé la decisión de no salir de fiesta con un propósito, el deporte”.
"También convencí a mi médico para que me ayude a dejar de tomar mi medicación - valproato de sodio - ya que me daba sueño."
"Tuve la suerte de caer en el atletismo en esa etapa, porque yo creo que yo no hubiera cambiado mi estilo de vida por la epilepsia".
La medalla de oro de Dai en el Campeonato Mundial en Daegu, Corea del Sur, lo propulsó a la cima del atletismo mundial, pero no ha dejado que el éxito le vaya a la cabeza.
Él dice: "Fue para lo que había trabajado durante varios años, no fue sólo un éxito de la noche a la mañana. Fue el mejor momento de mi vida, del que estoy más orgulloso".
Dai recibe fondos de la Lotería Nacional, lo que le permite concentrarse en su entrenamiento, pero sabe que en un año de competición como el olímpico, tiene que controlar lo que hace - y finalmente controlar su epilepsia.
"Todavía tengo que ser increíblemente sensato en lo que hago acostándome temprano, sin tomar alcohol y comiendo sano y frecuentemente, ya que en mi caso el hambre es un disparador", dice.
"Incluso cuando tengo un período de descanso, no puedo salirme demasiado porque la amenaza de tener una crisis no desaparece."
"Mientras estés enfocado y dedicado - especialmente en un deporte - no hay razón para que la epilepsia te dicte tu vida".
La epilepsia es el trastorno neurológico más común en la infancia, con más de 60.000 niños y jóvenes afectados en el Reino Unido.
Dai, quien también es uno de los embajadores de la organización Young Epilepsy (Epilepsia Joven), añade: "Es difícil cuando eres joven. No hay mucha conciencia de ello en las escuelas y la gente no se da cuenta de lo que está sucediendo.”
"Si comparto habitación con alguien en un campeonato, lo primero que hago es decirle, ‘sufro de epilepsia así que no te preocupes si estoy sentado haciendo ruidos o lo que sea, sólo asegúrate de que no me lastime' ”.
"Tienes que contarle a las personas, no van a juzgarte".
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Referencias:
Traducción del artículo "'I fell in with the right crowd': Dai Greene on how athletics helped control his epilepsy and curb his partying", Laurie Hanna, The Mirror, http://www.mirror.co.uk/lifestyle/health/dai-greene-on-athletics-and-his-epilepsy-832938
Imágenes:
The Mirror